Con el acento, EL PAÍS adapta su cabecera a las normas de la Real Academia, que en 1999 aclaró que las letras mayúsculas deben escribirse con tilde si les corresponde llevarla según las reglas de acentuación gráfica del español, tanto si se trata de palabras escritas en su totalidad con mayúsculas como si se trata únicamente de la mayúscula inicial. Esta acentuación gráfica no es opcional, sino obligatoria, y afecta a cualquier tipo de texto. Las únicas mayúsculas que no se acentúan son las que forman parte de las siglas.
En 31 años de vida, la cabecera ha omitido la tilde. El Libro de estilo de este periódico explica el motivo: "Como licencia gráfica, la cabecera de EL PAÍS y las de sus suplementos no llevarán acento ortográfico cuando vayan compuestas por el tipo de letra utilizado para la marca registrada -la Claredon Medium-, pero sí en los demás casos".
Tal y como se conoce, la cabecera fue desarrollada por Reinhard Gäde y Julio Alonso. La acentuación o no del título fue ya entonces objeto de un gran debate. Juan Luis Cebrián, primer director del periódico, explicaba en mayo de 1977, en el primer aniversario del diario, cómo algunos académicos habían insistido en la necesidad de acentuar la i pese a que el título iba en mayúscula. Sostenían que era necesario deshacer el diptongo. Los responsables de EL PAÍS opinaban, sin embargo, que la cabecera tiene un significado icónico no literal y que nadie se para a pensar en el contenido de lo que define, pues todo el mundo identifica la cabecera con un periódico preciso. Se interpretaba así que la cabecera era ante todo un dibujo o un grafismo y que por ello no tenía necesariamente que estar en sintonía con las normas ortográficas."
1 comentario:
¿¿Pero de verdad es tan importante un tilde, aunque sea sobre El País??
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