Todos los días se publican en los periódicos muy buenas historias que, tristemente, pasan desapercibidas para muchos ciudadanos. Para que esto no ocurra, el periodista y profesor Miguel Ángel Jimeno lanzó al mundo hace ya seis años un blog cuyo título ya es una manifiesta declaración de intenciones: La Buena Prensa. Ahí, con una paciencia infinita, mucho corazón y todavía más devoción por el oficio, enseña todas esas página del periódico repletas de historias interesantes y, fundamentalmente, bien contadas. Y esto último es lo que pretende poner en valor: el buen trabajo.
Jimeno, además de periodista es profesor de Edición de Diarios y de Proyectos Periodísticos en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, pero cuando logró liberarse de algunas ocupaciones se lanzó a la idea de abrir el blog. Ahora, le falta tiempo para compartir los cientos de buenas historias que se publican en la prensa. «Es una forma de rendir homenaje a tantos y tantos periodistas que hacen bien su trabajo. No sólo en grandes medios, también en otros con muchos menos recursos», explica Jimeno.
Para contar las noticias de una manera distinta y atractiva hay un aspecto que Jimeno considera fundamental. Y es algo tan sencillo como pararse a pensar. «En todos estos trabajos el periodista se ha parado a pensar cinco minutos en un enfoque, en una mirada, en un modo de contar». Además, desde el primer minuto tuvo claro que quería centrarse en el buen trabajo de sus colegas en lugar de airear los errores «que seguramente tendrían más repercusión en la redes sociales», reconoce Jimeno.
Y ahora que el papel está sufriendo una profunda crisis en favor de los soportes digitales, Miguel Ángel sigue apostando por los diarios clásicos impresos porque «el papel es insuperable a la hora de mostrar de una vez una información», remacha, aunque reconoce que los medios digitales «permiten más cosas» y que lo importante siempre será buen periodismo. «Aunque casi todo el mundo me señala como el abanderado del papel —cariñosamente, algunos me llaman dinosaurio—, siempre digo lo mismo: lo que me importa es el buen periodismo, sea en el formato que sea».
Historias humanas. Siempre se ha dicho que un periodista debe conocer muy bien al hombre, dado que en su trabajo diario no hará otra cosa que contar historias que le ocurren a los hombres. No tiene ningún estilo favorito ya que le gustan todas las historias: de perdedores, superación, valores, etc. Y lo que es mejor: «Cuentan la esencia del ser humano a seres humanos. Si algo está teniendo de bueno la crisis económica y de valores que vivimos es el auge de historias en los diarios. Mostrar que hay ciudadanos que han optado por el vale la pena me parece un gran periodismo», se felicita el periodista.
Por último, el padre de La Buena Prensa termina haciendo un llamamiento a favor del consumo de prensa de papel a pesar del crecimiento imparable de tabletas y smartphones. Él, lo tiene bastante claro. «Un diario que cuesta 1,20 euros es un regalo».
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