La nueva Voz de Galicia

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Este fin de semana La Voz de Galicia estrenó rediseño arriba podéis ver la primera del antes y el después y a continuación podéis leer las claves del mismo en palabras de Manuela Mariño, diseñadora de La Voz.

Las claves del rediseño de La Voz de Galicia
Asumir un cambio no es fácil. Ni para los redactores que cada día realizan las casi 300 páginas que La Voz publica en sus trece ediciones, ni mucho menos para los lectores. Por eso el rediseño del diario se planteó como un cambio tranquilo para actualizarse sin perder identidad.
Los objetivos de la renovación son cambiar a un formato más manejable, dar entrada a la impresión en color en todas las páginas y la búsqueda de la máxima sencillez.
La mayor dificultad a la hora de diseñar no es elegir los elementos con los que se quiere comunicar, sino descartar las opciones no deseadas entre las casi infinitas posibilidades que la tecnología ofrece. Por eso en cuanto a tipografía se optó por un diseño a medida, casi alta costura. Los titulares estarán compuestos por un tipo de letra que el diseñador Dino dos Santos realizó en exclusiva para La Voz. Se trata de una tipografía clásica y muy legible, que enseguida se fijará en la retina del lector, aportando esa identidad que está detrás de cada diario y que todos percibimos sin apenas darnos cuenta.
El nuevo diseño hace más visible la riqueza periodística producida por la redacción, entrevistas, reportajes, etcétera, y cuenta con variedad de recursos gráficos que facilitan la lectura.
El diario gana en organización y limpieza, para esto se ciñe más a su estructura en módulos, procurando simplificar su diagramación. El orden de las secciones varía ligeramente para hacer más accesibles al lector servicios como el tiempo, sorteos, televisión...
Las páginas centrales se siguen reservando a la información local en los tradicionales cuadernillos de cada edición.
Aumenta el número de piezas de opinión y análisis distribuidas a lo largo de todo el diario, además de en la propia sección de opinión.
Este rediseño plantea un cambio tranquilo, en el que sin duda el lector se reconocerá, desde la primera hasta la última página.