Me manda un amigo la doble página que publicó el gratuito ADN el 3 de mayo a propósito del cincuenta cumpleaños de esta tipografía. Aquí está el texto del artículo para el que no haya podido leerlo. Lo firma Begoña Gómez.
Helvética, 50 años
No es casualidad que Nestlé, BMW, Lufthansa y los metros de NuevaYork, Madrid y Barcelona utilicen la misma tipografía. Es la preferida de los diseñadores y está de aniversario.
Te levantas por la mañana, bebes café soluble Nestlé, decides no coger el Toyota y acercarte al aeropuerto a cazar el vuelo de Lufthansa en metro. Con el iPod puesto.
Has recibido una porción considerable de los 3.000 impactos publicitarios que asimilamos al día, y todos se escribían igual.
La tipografía Helvética cumple estos días 50 años, aunque nació con el nombre de Neue Haas Grotesk. El diseño lo celebra con una exposición en el MOMA, '50 Years of Helvetica', la publicación de un libro y el estreno de un documental dedicado a su historia.
Además, la tipografía vive un momento de popularidad constatada por los homenajes de jóvenes diseñadores y por la elección de nichos de la modernidad. La marca japonesa Comme des Garçons o la boutique parisina Colette no escriben su nombre si no es en Helvética.
Su estatus de culto le ha llevado incluso a protagonizar un gag del programa 'La hora chanante'.“Me gusta la negrita /me gusta la cursiva /me gusta la Helvética porque es muy divertida”, dice la canción, visionable en YouTube.
“Si e scribes ‘compra mis vaqueros’ en Helvética, sabes que los vaqueros tendrán un corte limpio y te quedarán bien”, declara el diseñador y tipógrafo estrella Neville Brody en el documental llamado, cómo no, Helvética.
Aún así, los méritos de este “lujo democrático”, como ha sido descrita, no acaban en que vende mucho y bien. La fuente tiene una historia de disidencia a pesar de su relación con marcas conservadoras.
Tuvo un discreto nacimiento de la mano del tipógrafo relativamente desconocido Max Miedinger, pero su suerte cambió a principios de los sesenta, cuando cambió de nombre y se asoció al limpio y cerebral Estilo Suizo, canalizando sus tendencias utópicas.
Entonces, en los años del diseño optimista, toda marca que quisiera vender dinamismo y futuro, se la apropió. Hoy se considera que cualquier mensaje que la utilice gana tiempo y perdurabilidad. Sobre todo, no la llames Arial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario