Resulta que estamos invadidos por una cultura gráfica que cada vez pide más imágenes en los periódicos y menos texto. Y en esto que llega Gilbert Cranberg, editor de Des Moines Register (EE.UU.), y plantea, en un artículo publicado en Niemanwatchdog, la necesidad de simplificar el diseño de los periódicos aumentanto los textos. Y todo ello como forma de reducir los gastos, en vez de reducir los formatos. A continuación traducimos dicho artículo.
Gráficos demasiados grandes: la invasión de los ladrones de espacio
Un artículo reciente de Romenesko con el título "¿Importa realmente a los lectores si hay anuncios en primera plana?" recoge que Jon Fines, de BusinessWeek, sospecha que "sólo los periodistas que no dejan de mirarse el ombligo se preocupan por un anuncio pequeño en primera". Probablemente sea cierto, excepto porque esos "pequeños anuncios" se ven aisladamente. Haga números y calcule los anuncios pequeños que durante un tiempo ocupan una gran cantidad de espacio de primera y obligan a quitar noticias para poner publicidad.
Hice los números para el Des Moines Register, que hace poco que pone anuncios de una pulgada diariamente en los faldones de las primeras páginas de cinco secciones. En el transcurso de un año, esas tiras aparentemente insignificantes equivaldrían a más de 90 páginas de noticias que se perdieron para colocar anuncios.
Los faldones de publicidad al menos traen dinero, que es el que paga el papel, sueldos, formación, viajes y otros gastos que pueden mejorar la calidad de un periódico. No puede decirse lo mismo del enorme número de columnas que parecen progresivamente asignadas a enormes gráficos (fotos ilustraciones). LlamÈmosle la Invasión del los Ladrones de Espacio.
No es inusual hoy día que las ilustraciones dejen enanas, con grandes márgenes, a las historias que ilustran. The Sunday New York Times es un caso muy significativo. El 6 de agosto en la sección Week in Review, por ejemplo, se le asignaron 34 pulgadas de la columna de texto a una información acerca de Ariel Sharon pero la totalidad de 55 pulgadas a dos imágenes de Sharon.
El Ladrón de Espacio atacó otra vez en otra historia en la misma sección con un gráfico de tamaño gigante colocado a todo lo largo de la página para dos columnas, y aun más. ¿El gráfico? Qué sorpresa, una cinta de medir, cuál, si los editores hubieran utilizado una, habrían encontrado que el arte había engullido casi dos veces al espacio ocupado por la historia.
Los lectores a veces tienden a estar profundamente interesados en las noticias. Son, en términos generales, los proverbiales drogadictos de noticias. Dudo si tienen que ser tentados a leer animándoles con puro arte. A menos que en Times manden los artistas puede que tengan que cambiar su lema, "todas las noticias que merecen ser impresas, siempre que los gráficos lo permitan".
No hablo aquí de ilustraciones, como las gráficas, estas ayudan a comprender la información. Lo que veo, demasiado a menudo, son ilustraciones infladas que engullen espacio sin un significado informativo.
Tengo mucho respeto por el trabajo de los artistas gráficos. Confié en ellos para engalanar nuestras páginas de opinión en el Register. Creo que hay que hacer atractivas las páginas del periódico, y fui uno de los primeros en utilizar el color en las páginas editoriales. De hecho, recientemente escuché de un anterior miembro del staff que ahora dirige un enorme grupo de diseñadores y artistas en un gran periódico quién escribió para darme las gracias por inspirarla a hacer gráficos de prensa, así es que no estoy contra los diseñadores de periódicos. Dicho eso, demasiado de lo que veo hoy en día parece ser un esfuerzo irreflexivo por abrumar a los lectores con el tamaño. El dicho popular "más es menos" tiene tanto sentido para los periódicos como en otros aspectos sociales.
Si la gente quiere un medio visual, pueden encender el aparato de televisión, con el que ningún periódico puede rivalizar en materia gráfica. Los lectores se suscriben a los periódicos para leer, no por las ilustraciones. Por extensión los gráficos excesivamente abundantes en las noticias y la opinión dan menos de lo que merecen los lectores y los alienan.
Cuando veo un alarde de gráficos me pregunto, "¿Dónde estaba el editor?" El espacio es la posesión más preciada para un editor, pero los editores que no dudan en recortar textos inflados parecen alejar su lápiz rojo cuando se trata de arte. No deberían abdicar más de los artistas que de los reporteros.
El despliegue violento de gráficos desproporcionados en los periódicos ocurre, por extraño que parezca, al mismo tiempo que las empresas intentan recortar costes a cualquier precio. Sería una inversión acertada dar a los lectores más noticias y más opinión haciendo más sencillo el diseño.
Por Gilbert Cranberg
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